A ello le siguió su aclamado papel en el drama deportivo Invictus (2009), en el que interpretó al jugador de rugby Francois Pienaar y consiguió una nominación al Óscar como mejor actor de reparto. Debido a que nunca había interpretado un papel que demandara tanto físicamente, el actor insistió en realizar todas sus escenas de acción y por ello debió someterse a un entrenamiento de tres meses...